La campaña de Vuitton ha buscado como escenario el museo del Louvre. La emperatriz Eugenia (la española esposa de Napoleón III) vivió allí y nombró a Louis Vuitton su maletero oficial, y allí vuelve la firma, a sus orígenes.
La sala elegida es la de la Gioconda y se detiene en lo que ve ella, la fiesta a la que está invitada siempre, Las bodas de Caná de Veronés. La presencia masculina intuida evoca al San Juan Bautista de Leonardo. Todo queda en casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario