El pasado octubre de 2014, un trabajador del Museo Egipcio
rompió la barba de la máscara de Tutankamón, cuando este se proponía cambiar
la bombilla que estaba dentro de la vitrina en la que estaba la propia máscara.
Al intentar poner la bombilla hizo que se rompiera la barba, por la prisa que
tuvo el empleado para que no lo pillaran pegó la barba con pegamento de alta
resistencia, se puede observar una fina capa del pegamento en la barba, también
provocó arañazos en el oro de la máscara.
En la restauración de la máscara intervendrán el Instituto
Arqueológico Alemán de El Cairo y el Museo Central Romano-Germánico en
Maguncia, junto a una comisión científica germano-egipcia, con la donación de
Alemania en septiembre de 2015, la máscara será examinada «por primera vez con
el uso de los métodos científicos más recientes».

Jesús León
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