L’
Horta es el
óleo sobre lienzo realizado por Aurora Valero en 1980, como protesta contra las
políticas que destruían la huerta valenciana llevadas a cabo en esta época. De
temática costumbrista, muestra un formato apaisado, propio de las
representaciones de paisajes.
Presenta una concepción de la
línea racional, marcada con color blanco, que rige la organización de la obra.
Al igual que con las pinceladas, ofrece una contraposición compositiva entre
las líneas y pinceladas verticales del centro y las horizontales de los lados.
El
color se encuentra, de esta manera, supeditado al dibujo, ofreciendo al mismo
tiempo un nuevo contraste, entre los colores cálidos predominantes con los
fríos del centro, que representan las acequias. Transmiten una sensación de
calidez, de lo cotidiano, de un elemento “de estar por casa”, con el que la
autora está muy relacionada. En el trato del color podemos señalar también la
facetación de las parcelas que representan los campos, sin un sentido realista.
Fruto
de esa facetación, la luz no está definida y se ha eliminado el volumen, como
la perspectiva. Está concebido desde un punto de vista cenital, lo que puede
dar lugar a una confusión con una perspectiva aérea. La composición, centrífuga
por la dirección horizontal de las pinceladas, es en sí racional, fomentada esta
racionalización por las líneas marcadas y el predominio de formas geométricas.
Como
muestra de su carácter abstracto, no muestra ninguna referencia a la realidad,
aunque la crítica que realiza puede encontrarse con las líneas rectas. Estas
líneas no se observan en el entorno natural, sino que son fruto de la
intervención humana, criticando así las políticas antinaturales que se
pretendían llevar a cabo.
Además
de ser una composición abstracta, muestra rasgos también propios del cubismo,
especialmente en la anulación del volumen, de la luz y del realismo con la
facetación cromática. La abstracción surgió en torno a1910 como un movimiento
de vanguardia más. De las tres corrientes abstractas, muestra rasgos del neoplasticismo
holandés con el predominio de la línea recta y de los colores básicos (amarillo
y azul), aunque en esta obra aparecen graduados, complementados por colores
neutros, como el negro, el blanco o el gris.
Nacida en 1940 en Alboraya,
Aurora Valero ha experimentado una evolución en sus obras. Su primera etapa
está marcada por el estilo expresionista, hasta que comenzó a experimentar con
el modelado. Las primeras obras abstractas las realizó a partir de 1980, como
esta serie de L’ Horta, a la que
pertenece la obra comentada. Después de ser nombrada Catedrática Numeraria en
la universidad de Córdoba, Barcelona y la Politécnica de
Valencia en 1969, es desde 1988 Doctora en Bellas Artes. Además, recientemente
ha sido nombrada Académica Numeraria de la Real Academia de
Bellas Artes de San Carlos de Valencia. Ha realizado un total de doce series,
muchas de ellas expuestas por diversos países, como Italia, Francia, Nueva
York, Japón.
En los inicios de la década de
1980, España iniciaba el proceso democratizador, mostrando un fuerte desarrollo
económico, gracias en parte a la expansión turística y al crecimiento
demográfico. Estos dos factores supusieron una fuerte agresión al ámbito
agrario, especialmente en la costa mediterránea. El planteamiento simbólico de
la obra era denunciar esta agresión, que desde el punto de vista de la autora
destruía la cultura tradicional de muchos pueblos valencianos.
Con todo ello, podemos observar
grandes semejanzas compositivas con la obra Composición
en rojo, azul y amarillo de Mondrian, uno de los principales representantes
del Neoplasticismo holandés. La facetación cromática nos remite a la obra de
grandes pintores cubistas, como Picasso y, por el trato del color, podemos
establecer cierta semejanza con los impresionistas, como con el pintor
valenciano Sorolla que, siguiendo la nueva teoría del color, realizó juegos
cromáticos con colores contrapuestos (facetación azul en el color amarillo).
Rosa Gasque Rubio
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