Jerusalem Azul es un óleo sobre lienzo
realizado por Aurora Valero. Fue concebida en el año 2000, después de haber
viajado a Israel junto con otros pintores de todo el mundo, cuyo objetivo era
pintar Israel. Sería una experiencia muy importante para ella, que intentó
reflejar de un modo abstracto en su obra.
Presenta
un formato apaisado, por lo que se trata de un paisaje. Este aspecto se
corrobora con el título de la obra, por lo que también podría considerarse una vedutta, representación pictórica de una
ciudad, aunque el concepto quede un poco desvirtuado por el grado de
abstracción.
Fruto
de esa abstracción observamos que la línea, concebida tradicionalmente como
elemento que retiene el color, ha desaparecido, dando paso a un virtuosismo
cromático mediante manchas de color con aspecto descuidado, pero con un
trasfondo expresivo y emotivo. Predomina una cromática fría, limitándose al
color azul y algunas manchas de negro y gris. Esta monotonía se rompe con el
color ocre u oro en el centro del lienzo que, además de contrastar, simula un
segundo plano al encontrarse debajo de la capa azul. El empleo de este color
puede deberse a la posesión de la ciudad por el bando israelí en la fecha en
que se concibió, cuya bandera juega con los mismos tonos cromáticos (excepto el
oro).
Al
igual que se anula la línea, también el volumen, la luz y la perspectiva,
propio de la abstracción, cuyo objetivo no es reflejar fielmente la realidad,
sino huir de una representación figurativa que evoque algún aspecto de la
misma. A la composición horizontal se contraponen las pinceladas verticales del
centro del lienzo, que rompen la horizontalidad tan definida de la obra, tanto
por el formato como por la mayor parte de las pinceladas.
Es una obra abstracta, con
ciertos rasgos expresionistas como es el trato del color (pincelada cargada) y
la gran vinculación de la autora con la música para realizar sus obras. El
movimiento abstracto surgió alrededor de 1910, formando parte de las
vanguardias artísticas. De las tres corrientes abstractas, muestra rasgos de la
abstracción lírica (supresión de la línea), o del Neoplasticismo Holandés
(colores básicos, predominio de la línea recta). Los rasgos expresionistas
recuerdan, en cierto modo a la pincelada de Van Gogh, Goya o Munch, uno de los
principales representantes del movimiento de vanguardia que surgió alrededor de 1900.
Aurora Valero nació en Alboraya
en 1940. En los primeros años muestra una obra muy cercana al expresionismo,
hasta que comenzó a experimentar con el modelado en la segunda etapa. A partir
de 1980, comienza a mostrar rasgos de la abstracción sin abandonar la
figuración, como muestra en la serie Versit
Barat, a la que pertenece la obra comentada.
En 1969 fue nombrada Catedrática
Numeraria en la universidad de Córdoba, Barcelona y la Politécnica de
Valencia, en la que desde 1988 es Doctora en Bellas Artes. Además,
recientemente ha sido nombrada Académica Numeraria de la Real Academia de
Bellas Artes de San Carlos de Valencia. Ha realizado un total de doce series,
muchas de ellas expuestas por diversos países, como Italia, Francia, Nueva
York, Japón.
Esta obra se presenta como una
fotografía, pues las pinceladas no se ciñen a las dimensiones del lienzo, sino
que se cortan, como si fuera una panorámica que no ha entrado en el objetivo de
la cámara. En el período en que se realizó, el conflicto palestino-israelí
atravesaba por una nueva etapa de violencia tras el intento de estabilización
con el Camp David. Se iniciaba en septiembre (después de la temporada propia de
peregrinaciones en la que pudo acudir la autora) la Segunda Intifada.
Rosa Gasque Rubio
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