Cuando Manet vio por primera vez las Meninas de
Velázquez, se rindió a los pies de aquel cuadro. Un siglo después, los
parisinos se vuelven a rendir ante el gran Velázquez en una exposición en el
Grand Palais de París. La exposición está compuesta de cuatro secciones que
recorren la vida de Velázquez y van mostrando a los visitantes las incontables
maravillas de un pintor que era moderno para los pintores del S.XIX pese haber
nacido dos siglos antes.
En ella se puede observar la evolución pictórica del
autor desde la Andalucía del siglo XVII, de una Sevilla cosmopolita y
trasatlántica hasta sus últimas obras como pintor de la corte, con la serie de
las infantas. Pasando por las facetas “naturalistas”
y “picarescas”de un Velázquez que
comenzaba a convertirse en un gran maestro de su tiempo o la “Venus del espejo”.
Sin lugar a dudas, una exposición única que ha
conseguido acercar a los parisinos obras únicas que de no ser por ellas, la
pintura francesa no sería lo que es y el arte seguiría anclado en el reflejo
fiel de la realidad.
Pablo Edo
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