Federico Guzmán aparece en el Palacio de Cristal del Parque del Retiro para presentarnos su exposición: “Tuiza. Las culturas de la jaima”, organizada en colaboración con San Sebastián (ciudad española)
Guzmán lleva años admirando la cultura saharaui, desde que empezaron los Encuentros Internacionales de Arte y Derechos Humanos del Sahara Occidental. De esa admiración ha surgido una jaima beduina llamada Tuiza.Dicha jaima es diferente a todas las que hemos visto siempre, pues está construida con los melhfas, vestidos tradicionales de las mujeres saharauis, que ellas mismas han pintado y teñido.
La decisión de que las paredes fueran melhfas es debida a que Guzmán se quedó impresionado y sobrecogido con la historia que le contó una poetisa saharaui. Esa historia hablaba de como las mujeres saharauis para cuidar a sus familias del sol, colgaban sus vestidos en un árbol proporcionándoles sombra, mientras huían de sus casas con lo puesto, por los bombardeos a los que estaba expuesta su ciudad. Por otra parte, el techo está realizado con benias (tejido acrílico fino, resistente y decorado con motivos geométricos multicolores) y en el interior se pueden ver cojines, alfombra de rezo, un baúl beduino, juegos de té, incienso, pufs y asientos forrados de brocado.
La jaima se ha convertido en un lugar de reunión para intercambiar información cultural de manera oral. Allí se funden dos formas de afrontar una construcción y dos periodos históricos distintos, por un lado el popular y nómada que opta por la igualdad de culturas; y por otro, el de la construcción de hierro y vidrio de finales del siglo XIX, época de utopías y de desigualdades sociales.
Tamara Pérez
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