
En 1994 los 17 fragmentos viajaron hasta Florencia, donde el Opificio delle Pietre Dure aceptó el difícil reto de restaurar la obra y fragmento a fragmento fueron uniendo con plexiglás y resina al pequeño Miguel Ángel, al que muchos ya llaman el “antecesor del David”. Finalmente, se limpiaron los fragmentos originales con láser, dejando a San Juanito lo más parecido a las 17 fotografías de las que se extrajo información para su reconstrucción.
Tras la delicada y compleja intervención, realizada con la última tecnología de reconstrucción volumétrica láser 3D, y después de su exhibición en Florencia y Venecia, Il San Giovannino di Úbeda regresa a España y visitará el Museo del Prado antes de su traslado definitivo a su lugar de origen en Úbeda.
Pablo Edo
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