El cuadro es una de las obras que podrá verse por primera vez a partir del próximo 26 de febrero de 2015, dentro de la exposición temporal ‘Goya y Zaragoza (1746-1775). Sus raíces aragonesas’, que se inaugurará con la reapertura del Museo Goya.
Se trata de un óleo sobre lienzo (83,7 x 58,30)que muestra una delicada escena sobre un fondo neutro de una virgen joven de belleza marmórea que mira con dulzura a un niño Jesús rollizo que flota entre paños. Es un cuadro muy temprano del artista que se relaciona estilísticamente con la pinturas murales de Aula Dei; se estima que la obra pudo pintarse entre 1772 y 1774.
Desde el punto de vista estilístico, la obra presenta "recursos que son absolutamente propios, como el rigor y precisión de la pincelada, el colorido o el toque subraya cómo plasma una iconografía como la de la Virgen y el niño de una forma original y única, así como el naturalismo tanto en la ejecución de las figuras como en la expresión de los sentimientos "que son muy fuertes, eso es absolutamente de Goya". Dice la jefe de conservación de Pintura del Siglo XVIII del Museo del Prado,
Las radiografías realizadas durante la fase de estudio revelaron que el lienzo había sido reaprovechado, y en él se había pintado previamente la figura de San Francisco de Paula, también de medio cuerpo.
Se cree que la obra tuvo que haber sido un encargo por alguien que lo iba a pagar, seguramente para algún patrono de Zaragoza o alguien del mundo religioso". En la actualidad es propiedad de un coleccionista que la adquirió en 2010 hasta este momento.
Silvia Jarque
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