jueves, 15 de enero de 2015

DOBLE "FACHADA" PARA LA CATEDRAL DE SEVILLA

La fachada de la Catedral de Sevilla deseosa de volver a sus antiguos ropajes
La catedral de Sevilla desde 2006 hasta hoy ha intentado volver a su diseño anterior. Antiguamente, era una mezquita almohade llamada Ben Basso, del S.XII, que mandó construir Abu Yacub, la cual tenía un color blanco. Conforme pasaron los años la mezquita se convirtió en catedral y esta fue demolida y cambiada por un edificio religioso de formas góticas. A lo largo de los años, la catedral siguió cambiando hasta que, en la restauración del S. XX, le pusieron una capa de cemento a la que se le añadió una mano de pintura amarillenta. 
Actualmente, en la catedral de Sevilla, no se conservaban muchos restos del arte islámico, exceptuando la fachada norte. Por otro lado, todo el muro tiene ocho siglos de antigüedad, pues este no se cambió, sino que fue aprovechado por los cristianos. 
Ahora desean que vuelva a tener el mismo aspecto que en el S. XII y lo primero que reconstruyeron fue la Giralda (alminar de la antigua mezquita convertido en campanario). Lo último en elaborar fue la fachada norte, acabada el 31 de diciembre de 2014 haciendo que la catedral ofrezca un aspecto muy parecido al que debió tener el muro de la catedral hasta la época de la Revolución Francesa, cuando la revistieron de una capa de ocre con juntas blancas, obra que se detuvo debido al temor de lo que estaba ocurriendo en Francia. 
El Cabildo de la Catedral de Sevilla desea conservar al máximo lo que queda de la mezquita de Ben Basso, a diferencia de la actitud del Obispado de Córdoba, el cual está empeñado en borrar el pasado islámico de la Mezquita de Córdoba.
Tamara Pérez

SEVILLA VUELVE A SENTIRSE ORGULLOSA DE SU PASADO MUSULMÁN
Nueve años han tardado los restauradores en recuperar el pasado musulmán de la portada norte de la Catedral de Sevilla, de liberarse de sucesivas “curas” aplicadas durante el siglo XX que han “maltratado” su belleza para recuperar el aspecto que tenía en 1793. Este lateral, en el que se ubica la puerta del Perdón, da acceso al patio de los Naranjos, marca del pasado musulmán de la Seo y que ocupa más de un 50% de la superficie total del templo. 
A modo de palimpsesto, el arquitecto Alfonso Jiménez ha recuperado la historia de la mayor catedral gótica del mundo, erigida sobre la mezquita almohade que mandó construir el califa Abu Yacub en el siglo XII. La obra, que ha costado casi 4,5 millones de euros, da la vuelta a la fachada y deja ver en sus muros desnudos una superficie blanquecina de 10.221 metros cuadrados en la que se combina el ladrillo con el tapial.
Esta reforma ha despertado el recelo del obispado cordobés, quien pretende eliminar el pasado islámico de la Mezquita-Catedral de Córdoba.
Pablo Edo

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