Un equipo de restauradores de la empresa Tracer -el mismo que intervino años atrás en la recuperación de la 'Regina Martyrum' en el Pilar-, avanza sin prisa pero sin pausa en la recuperación de las pinturas murales que Goya realizó en la cartuja de Aula Dei.
En las obras, que comenzaron en diciembre de 2009, trabajan Olga Malo, Pilar Camón, José Antonio Rodríguez y Almudena Mora, que además dirige el proyecto de intervención. Cuando ya se ha atravesado el ecuador de la tarea, se ha terminado ya en las escenas de la 'Revelación a San Joquín y Santa Ana', 'Nacimiento de la Virgen' o 'Los desposorios'. Se está terminando la 'Circuncisión de Jesús' y, cuando se acabe allí, los andamios se trasladarán a la 'Adoración de los Reyes'. Mientras, se trabaja en la 'Visitación'. La restauración, prevista cuando se inició para un plazo de 22 meses, discurre según lo previsto y, así, si no surgen imprevistos, los 'goyas' de Aula Dei estarán perfectamente en el mes de octubre.
«Las pinturas estaban más deterioradas de lo que parecía en un principio -relata José Félix Méndez, jefe de la Sección de Bienes Muebles del Gobierno de Aragón-. El problema principal es que el nivel de humedad en la iglesia es muy alto, en algunos días de hasta el 90 por ciento. Como los muros son de ladrillo de yeso, la humedad ha ido disolviéndolo y, transformada en oxalatos (sales), había aflorado a las pinturas, superponiéndoles unos 'velos' claros».
En las obras, que comenzaron en diciembre de 2009, trabajan Olga Malo, Pilar Camón, José Antonio Rodríguez y Almudena Mora, que además dirige el proyecto de intervención. Cuando ya se ha atravesado el ecuador de la tarea, se ha terminado ya en las escenas de la 'Revelación a San Joquín y Santa Ana', 'Nacimiento de la Virgen' o 'Los desposorios'. Se está terminando la 'Circuncisión de Jesús' y, cuando se acabe allí, los andamios se trasladarán a la 'Adoración de los Reyes'. Mientras, se trabaja en la 'Visitación'. La restauración, prevista cuando se inició para un plazo de 22 meses, discurre según lo previsto y, así, si no surgen imprevistos, los 'goyas' de Aula Dei estarán perfectamente en el mes de octubre.
«Las pinturas estaban más deterioradas de lo que parecía en un principio -relata José Félix Méndez, jefe de la Sección de Bienes Muebles del Gobierno de Aragón-. El problema principal es que el nivel de humedad en la iglesia es muy alto, en algunos días de hasta el 90 por ciento. Como los muros son de ladrillo de yeso, la humedad ha ido disolviéndolo y, transformada en oxalatos (sales), había aflorado a las pinturas, superponiéndoles unos 'velos' claros».
Fran Llerda
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