miércoles, 2 de noviembre de 2016

Clara Peeters, una pintora valiente en un mundo de hombres

En el siglo XVII las mujeres tenían muy difícil dedicarse a la pintura. Las heroínas que lograron ser artistas solían ser hijas de pintores o aristócratas. Una de las pocas mujeres que pudieron dedicarse profesionalmente a la pintura en esta época fue Clara Peeters, protagonista de la nueva exposición monográfica y primera dedicada a una mujer pintora en el Museo del Prado.
La exposición se compone de 15 de sus 39 obras. Lo poco que conocemos de esta pintora es que nació entre 1588 y 1590, posiblemente en Amberes, donde desarrolló su exitosa  carrera. Pintó para gente de la alta sociedad y entre sus clientes estuvo el marqués de Leganés. Su primer cuadro fechado es de 1607 y el último de 1621.
Clara Peeters es pionera del bodegón, al que se dedicó en exclusiva. Se le atribuye a ella la primera naturaleza muerta con pescados. En sus cuadros aparecen objetos relacionados con el lujo, como copas y tazas de plata dorada, cristal veneciano, saleros de plata, conchas…
En ocho de las pinturas de Clara Peeters aparecen autorretratos reflejados en jarras y copas. En uno de ellos aparece retratada hasta siete veces con la paleta en la mano.”Tiene ganas de mostrarse, de enseñarse, y lo hace discretamente” dice el comisario de la exposición. Clara Peeters también estampó su nombre en algunos cuchillos de plata, presentes en los bodegones.
Sole Maenza

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