Un equipo de restauradoras está reparando el saco de lino que llevaba puesto Pancho Villa cuando fue asesinado la mañana del 20 de julio de 1923. El saco originalmente estaba lleno de sangre y hecho jirones, cuando su esposa Austreberta lo adquirió lo lavó intensamente e hizo desaparecer casi en su totalidad las manchas de sangre, después lo donó al Estado y estuvo expuesto en el Museo Nacional de Historia, en el castillo de Chapultepec de ciudad de México hasta que el pasado verano fuera puesto en manos de la Escuela Nacional de Conservación y Restauración para que fuese restaurado por un grupo de restauradoras.
Carlos Burzuri
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