Así, como se ve en la fotografía, pintaba a José Ruiz Blasco, Picasso de niño, como un adulto con grandes dotes artísticas. Picasso copiaba a su padre, profesor de dibujo y conservador del Museo Municipal de Málaga, quien enseñó al niño no solo para que siguiera sus pasos sino para que finalmente fuera el mejor.
Algunos cuadros del padre se enfrentan ahora a los del hijo, formando parte de la singular exposición Picasso de Málaga. Obra de primera época. Inaugurada ayer en el Museo Picasso de la ciudad andaluza el cual celebra su décimo aniversario.
No hay que olvidar que Picasso fue hijo de pintor. El primer óleo que se guarda de Picasso es una marina que copió a su padre (que a su vez la había copiado de otro pintor de la época), la pintó con ocho años, a escondidas, debajo de una cama, iluminado por una vela. En una ocasión Picasso le dijo a Brassaï que cuando dibujaba a un hombre siempre pensaba en los rasgos de su padre, del que conservaba como un talismán la paleta y la caja de pinceles que le dejó a su muerte.
Con los años va abandonando a su padre, su pintura y Málaga.
Raquel Sánchez
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