jueves, 19 de mayo de 2016

ME GUSTA: BERNINI (según Beatriz)


Hace poco en clase aprendimos lo que era el síndrome de Stendhal, en pocas palabras es una “sobredosis de belleza” que ocurre cuando una persona está expuesta a obras de arte especialmente bellas o concentradas en un mismo lugar.

Si alguien me preguntara que en qué momento hubiera podido percibir una sensación parecida a la descrita (exagerando, ya que nunca me ha ocurrido) sería cuando en clase se proyectó por primera vez “El rapto de Proserpina” de Bernini.
Los brazos alzados intentando huir de la figura femenina, la boca abierta de la que surge un grito apenas perceptible pero que llegué a escuchar, el pelo al viento, los músculos en tensión, la presión que ejercen los dedos en el cuerpo hundiéndose en el mármol como si de carne blanda se tratara, etc, provocaron en mí una sensación de angustia, como si fuera yo la que tratase de escapar de ese rapto, que no he sentido con ninguna otra obra.
Beatriz Casas

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