Cuando
se cumple un siglo y medio del nacimiento del pintor, Viena le homenajea. “150
años de Gustav Klimt” podrá verse del 31
de julio al 6 de enero de 2013 en el palacio Belvedere de Viena.
Se
acostaba con sus modelos, sus amantes se contaban por centenares, y los hijos
engendrados, por docenas. Fue un hombre excesivo, en la vida y en el arte, pero
Gustav Klimt (1862-1918) fue uno de los más grandes artistas vieneses. Formaba
equipo con su hermano Ernest y con un compañero
de la escuela de artes y oficios de Viena, Franz Matsch, donde entró con
tan solo 14 años.
Fue
puesto al frente de la corte de Viena. Le llovían los encargos. En 1888 dio como terminado uno de sus grandes
cuadros, Interior del antiguo burtheater ,
una obra descomunal, un cuadro dentro de otro con 150 personajes, entre ellos
las mujeres más bellas de la sociedad Vienesa. Sus exposiciones siempre eran
muy polémicas, los espectadores acudían a ellas en busca de rostros de mujeres
conocidas. Cuando tenía 30 años murió su
hermano, con tan solo 28, y él se tuvo que hacer cargo de cuidar a su cuñada y
a su sobrina. Fue un golpe terrible.
Klimt estaba especializado en retratos a
mujeres, orgullosas miran al espectador de frente con un aire de misterio. Las utiliza como alegorías de la verdad y la
justicia, desnudas, llenas de simbología.
El retrato de Adele Bloch –Bauer (1907) uno de los iconos más
reconocibles de la pintura del siglo XX, se encuentra en la lista de los 10
cuadros más caros de la historia. Fue
vendido hace pocos años en una subasta por 135 millones de dólares. (Sus trabajos nunca dejan un punto vacío del
lienzo, hórror vacui)
Gustav quería entrar en la Academia, pero sus
cuadros de desnudos no gustan a los burgueses, y el emperador no se lo
concede. Su socio Franz Matsch reniega
públicamente de él para no perder trabajos.
En
un viaje a Ravena y Venecia, el pintor descubrió los mosaicos bizantinos y no
tardó en probar la técnica del pan de oro con el primer retrato de Adele
Bloch-Bauer. La apoteosis llegó con El beso (1907-1908), los personajes que
aparecen son él mismo junto a Emilie Flöge. Un abrazo de amor bañado por la
lluvia dorada.
Su
popularidad hizo que la
Universidad de Viena le encargara una serie de paneles. El pintor decidió retratar su idea del ciclo
de la vida y la muerte, la miseria humana, la guerra y la injusticia. El colmo fue su tercer cuadro, La
Jurisprudencia, que
fue clasificada por los académicos de pornografía. Su respuesta fue pintar un
hermoso culo al aire. Filosofía, Medicina
y Jurisprudencia fueron rescatadas de la Universidad con el
dinero de los burgueses de Viena, aunque las obras se perdieron durante la II Guerra Mundial.
En
la segunda mitad de su vida el pintor descubrió la naturaleza, pintó muchos
paisajes, su obra más íntima y personal.
Le entusiasmaba el cambio de estaciones y decía sentirse próximo a
Monet. Jardin con girasoles rinde homenaje a los girasoles de Van Gogh.
Tras
el estallido de la I G.M. dejó de participar en exposiciones porque
eran ‘territorio enemigo’.
Laura Aragonés
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