lunes, 3 de octubre de 2011

París: una noche envuelta en arte


La pasada noche del 1 de octubre, París vivió su décima " Noche Blanca ", un compendio de proposiciones artísticas contemporáneas que jaolan la ciudad con el objetivo de hacer pasar a los visitantes una noche en vela.
Más de cien instalaciones o actuaciones artísticas de diversos tipos (creadas para la ocasión) abrieron sus puertas cuando el sol se escondió y permanecieron abiertas hasta el amanecer del domingo.
Gracias al éxito que ha tenido durante tantas ediciones, ha sido copiada por zonas como Buenos Aires,Toronto.. y en ciudades españolas como Valencia, Málaga y Madrid.
El objetivo de París es que gracias a esta "Noche Blanca" la gente pueda acceder al arte de una forma muy sencilla en momentos de crisis económica.
Esta décima edición se ha puesto en manos de Alexia Fabre y Franck Lamy directores de la manifestación, que propusieron cuatro grandes recorridos por la ciudad.
Alrededor del ayuntamiento tuvo lugar el primer acontecimiento " Como en un clip de "Purple Rain "" propuso a los visitantes pasear con el paraguas en la mano, por un estudio de cine bajo una fina lluvia púrpura escuchando una versión de la canción de Prince. También, un gigante Yeti naranja transformó el Museo de Arte Judío en una atmósfera inquietante.
En la zona norte (Barrio de Saint-Georges), un laberinto de tejidos blancos provocó en el visitante un ambiente de desorientación.
La artista japonesa Sachiko Abe, pasó toda la noche cortando papel con el objetivo de hacer reflexionar sobre el paso del tiempo, a través de la imagen y el ruido provocado por el papel cayendo y las tijeras.
En el patio del instituto Jacques-Decour, se preparó una instalación formada por treinta mil mariposas de papel cuyo objetivo es que provoque sentimientos de seducción o repulsión. Finalmente, en torno al barrio de Montmartre, se abrió un teatro taller en la que varios actores interpretaron toda la noche "Mañana el cielo será rojo", Renaud Auguste propuso a los visitantes descubrir cómo será el firmamento de París en 2012 gracias a la instalación de un millar de velas en la plaza Cardinal-Dubois.
Laura Guillén López

No hay comentarios:

Publicar un comentario