
La pintura más robada de la historia, obra maestra creada
por los hermanos van Eyck llamada «La adoración del cordero místico» o también
conocido como el Altar de Gante, ha sido restaurada.
Este cuadro ha sido robado más de 10 veces, por lo que se
comprende el mal estado en el que se encontraba y la mejora que requería puesto
que ha sufrido incluso quemaduras en su trayectoria.
Según cuenta «Iflscience», sería un vicario el primero que
robaría la obra tras un primer siglo de tranquilidad, luego casi es destruido
en un incendio por disturbios calvinistas y robada por las tropas napoleónicas.
Durante la Primera Guerra Mundial, el cuadro terminó en un museo en Berlín, y
su regreso a Gante se convirtió en una de las condiciones del Tratado de
Versalles. Pero fue robado nuevamente, en la Segunda Guerra Mundial, Hitler y
sus nazis también quisieron hacerse con él y otras tantas vicisitudes hasta ser
considerada la pintura con mayores hurtos en su haber.
La pintura, efectivamente, representa a una oveja en un
altar rodeada de fieles y está siendo restaurada por fases intentando seguir
las formas del original, «con pigmentos similares».
Así, al final de la segunda fase del proyecto, los cinco
paneles interiores inferiores, incluida la adoración central del cordero
místico, han regresado a su hogar en la catedral de San Bavón este 24 de enero
después de un tratamiento de tres años mientras que los ocho paneles
restaurados en la primera fase llegarán en febrero. Y lo más sorprendente de
todo fue la cara humanizada del cordero, que surgió bajo su aspecto más animal
del siglo XVI. El cordero original tiene una «interacción más intensa con los
espectadores», afirma Dubois que ahora le queda, junto a sus compañeros,
investigar por qué los Van Eyck eligieron ese estilo de rostro con rasgos tan
marcados.
En las redes también han circulado incluso memes subrayando
la sorpresa que ha causado la visión del cordero que tenía el pintor en su
momento original.
María Escuin