lunes, 13 de noviembre de 2017

El antojo de Carmen Polo


Un abogado lucha por la devolución de dos pilas medievales que la esposa de Franco usurpó en 1960 de una iglesia de Muxía.

Alrededor de 1960, Carmen Polo, la mujer de Francisco Franco hizo una visita a la iglesia de Muxia, una antigua abadía benedictina levantada en el siglo XI y en la que se crió Alfonso VII. Esta se encandiló con dos pilones medievales de gran valor que adornaban el patio de la casa rectoral. Uno era estriado y destinado en otros tiempos a servir de pila bautismal para los nacidos en está histórica aldea; el otro, liso y reservado para embalsar en su seno agua bendita.
Polo ordenó al cura, José Barrientos, que le enviara esas piezas a Meirás y solicitara los permisos, pero al día siguiente un camión en su nombre se los llevó. Los miembros de la parroquia decidieron “no reclamar dada la identidad y la posición de la persona“.
En 1980 fue el presidente de la Real Academia Galega a la notaría de Mimianzo con la esperanza de que la incipiente democracia obligaran a los Franco a devolver los pilones a San Xián. Todo quedó registrado en un documento que, sellado cinco años después de la muerte del dictador, aún conserva el escudo franquista del “una, grande y libre”.
En 2010 el alcalde socialista de Muxía, envió a la Consellería de Cultura una carta para recuperar estos pilones, pero confirma que nunca recibió contestación.
EL País, 10 noviembre de 2017.
Paloma Montón

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