La escultura muestra un elefante de ocho metros que mantiene su posición vertical sobre su trompa, mientras sus cuatro patas se extienden hacia el exterior buscando el equilibrio y desafiando a la gravedad.
La pieza, que ya ha estado en el Caixafórum de Madrid, en Barcelona y Aviñon, está considerada como arte público y se expondrá hasta el 29 de mayo de 2012, dentro de la iniciativa del Departamento de Parques y Arte Público de la Ciudad de Nueva York que fomenta la creación de instalaciones artísticas temporales. Después de esta fecha viajará a Asia y Chicago.
Brenda Pérez
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