Patricia Phelps de Cisneros explica
las razones de su donación y critica el precio de 'Salvator mundi', de Leonardo
da Vinci, la obra más cara de la historia.
Patricia Phelps de Cisneros es una coleccionista
poseedora de una cantidad de obras importantes que odia los números.
Consecuente con esa forma de ser, elude hacer una valoración económica de las
202 obras que integran la donación que hoy se ha dado a conocer. Responde que
lo fundamental es la obra del artista: catalogarla, conservara y exhibirla. Lo
demás, forma parte de otros mundos que no le interesan.
Empezó a comprar recién casada en los años
sesenta cuando acompañaba a su marido en viajes de negocios y descubrió la
ignorancia del arte y de ricas obras que nadie conocía.
Para Phelps, lo ideal es conocer al artista en su
lugar de trabajo, conocer a fondo la obra y comprar. Así lo ha hecho con la
mayor parte de las piezas que vienen al Museo Reina Sofía. También negocia con
galeristas e incluso participa en subastas, pero esta vez se ha negado a
participar en la subasta de Salvator Mundi de Leonardo Da Vinci al ser
adjudicada por 382 millones de euros. “Me parece una inmoralidad y conste que
no me gusta usar palabras tan tajantes, pero así lo siento”.
Cuando se le pregunta sobre los posibles
beneficios fiscales que podría conseguir gracias a las donaciones o préstamos,
asegura que detrás de estas operaciones está “el más puro amor al arte. Nada
más y nada menos”.
Paloma Montón
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