jueves, 27 de septiembre de 2012

ERÓTICO KLIMT



 Cuando se cumple un siglo y medio del nacimiento del pintor, Viena le homenajea. “150 años de Gustav Klimt”  podrá verse del 31 de julio al 6 de enero de 2013 en el palacio Belvedere de Viena.
Se acostaba con sus modelos, sus amantes se contaban por centenares, y los hijos engendrados, por docenas. Fue un hombre excesivo, en la vida y en el arte, pero Gustav Klimt (1862-1918) fue uno de los más grandes artistas vieneses. Formaba equipo con su hermano Ernest y con un compañero  de la escuela de artes y oficios de Viena, Franz Matsch, donde entró con tan solo 14 años.
Fue puesto al frente de la corte de Viena. Le llovían los encargos.  En 1888 dio como terminado uno de sus grandes cuadros, Interior del antiguo burtheater , una obra descomunal, un cuadro dentro de otro con 150 personajes, entre ellos las mujeres más bellas de la sociedad Vienesa. Sus exposiciones siempre eran muy polémicas, los espectadores acudían a ellas en busca de rostros de mujeres conocidas.  Cuando tenía 30 años murió su hermano, con tan solo 28, y él se tuvo que hacer cargo de cuidar a su cuñada y a su sobrina. Fue un golpe terrible.
 Klimt estaba especializado en retratos a mujeres, orgullosas miran al espectador de frente con un aire de misterio.  Las utiliza como alegorías de la verdad y la justicia, desnudas, llenas de simbología.  El retrato de Adele Bloch –Bauer (1907) uno de los iconos más reconocibles de la pintura del siglo XX, se encuentra en la lista de los 10 cuadros  más caros de la historia. Fue vendido hace pocos años en una subasta por 135 millones de dólares.  (Sus trabajos nunca dejan un punto vacío del lienzo,  hórror vacui)
Gustav  quería entrar en la Academia, pero sus cuadros de desnudos no gustan a los burgueses, y el emperador no se lo concede.  Su socio Franz Matsch reniega públicamente de él para no perder trabajos.
En un viaje a Ravena y Venecia, el pintor descubrió los mosaicos bizantinos y no tardó en probar la técnica del pan de oro con el primer retrato de Adele Bloch-Bauer.  La apoteosis llegó con El beso (1907-1908), los personajes que aparecen son él mismo junto a Emilie Flöge. Un abrazo de amor bañado por la lluvia dorada. 
Su popularidad hizo que la Universidad de Viena le encargara una serie de paneles.  El pintor decidió retratar su idea del ciclo de la vida y la muerte, la miseria humana, la guerra y la injusticia.  El colmo fue su tercer  cuadro, La Jurisprudencia, que fue clasificada por los académicos de pornografía. Su respuesta fue pintar un hermoso culo al aire. Filosofía, Medicina y Jurisprudencia fueron rescatadas de la Universidad con el dinero de los burgueses de Viena, aunque las obras se perdieron durante la II Guerra Mundial.
En la segunda mitad de su vida el pintor descubrió la naturaleza, pintó muchos paisajes, su obra más íntima y personal.  Le entusiasmaba el cambio de estaciones y decía sentirse próximo a Monet.  Jardin con girasoles rinde homenaje a los girasoles de Van Gogh.
Tras el estallido de la I G.M.  dejó de participar en exposiciones porque eran ‘territorio enemigo’.
Laura Aragonés

martes, 25 de septiembre de 2012

TRES JOYAS DEL RENACIMIENTO EN EL THYSSEN


El Thyssen destapa tres joyas del Renacimiento alemán
Las obras, que nunca antes se habían expuesto en sus salas, forman parte del programa de actividades organizado para celebrar su 20º aniversario
El Museo Thyssen-Bornemisza muestra, a partir de mañana, tres tablas del Renacimiento alemán pertenecientes a su colección que nunca antes se habían expuesto en sus salas como parte del programa de actividades organizado este año para celebrar su 20 aniversario.
Las obras, atribuidas a Bernhard Strigel, Christoph Scheller y un maestro anónimo alemán activo en la ciudad de Suabia, formaron parte del depósito de maestros antiguos que el museo mantiene en Barcelona, primero en el Monasterio de Pedralbes y después en el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC).
La Anunciación de Bernhard Strigel está formada por dos tablas (c. 1515-1520), unidas en el centro por una columna. En el reverso, unas tallas policromadas representan a los santos ermitaños San Pablo y San Antonio, atribuidos a Christoph Scheller y que han sido restaurados expresamente para esta presentación.
La obra perteneciente a un maestro anónimo la conforman unas puertas pintadas al óleo por ambas caras que representan las siguientes escenas: Santa Ana con la Virgen y el Niño, Santa Isabel ofreciendo pan y vino a los mendigos, La Adoración de los pastores y La Presentación del Niño en el templo, todas ellas fechadas hacia 1515.

Sergio Anadón